lunes, 9 de enero de 2012

Por una huelga general ciudadana / Carlos Martínez *

En estos momentos tenemos ya análisis más que certeros en nuestras criticas a la política desarrollada por los neoliberales desde el Gobierno, sea cual sea su etiqueta y el fracaso al que estas políticas así como las de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI conducen.

Sabemos que lo único que tienen en mente es salvar a la banca y sus negocios e intereses de los ricos. Constatamos como cada vez hay más paro, pobreza y desazón popular.

El Gobierno del PP supone un golpe de tuerca, aún más dañino, contra las clases populares. Es más demagogo en su venta y más hábil, pues tiene el desparpajo y la desfachatez de los que están destinados a mandar, por que son de derechas y al fin y al cabo, defienden lo suyo con total tranquilidad y desvergüenza.

Tenemos alternativas, el libro de Garzón, Torres y Navarro, las da y argumenta y además se llama HAY ALTERNATIVAS. Es muy simple, justicia fiscal es decir introducir impuestos a grandes fortunas y empresas; perseguir de verdad el fraude fiscal y prohibir las SICAV e implantar la banca pública. Sí, una banca pública que haga fluir el crédito, o no hay nada que hacer. Claro, imprescindible incrementar también el gasto público en lugar de ahogarlo.

No estamos locos, hemos acertado en todas y cada una de nuestras predicciones. Estamos mucho peor que en 2008 y peor que estaremos. Lo único que estas políticas están consiguiendo es una gran transferencia de rentas de los trabajadores y trabajadoras, autónomos y pobres, a los ricos.

El panorama es sin embargo al menos intranquilizador. La izquierda transformadora captó poco voto descontento, algo más, pero poco. Los sindicatos mayoritarios están en estado de shock o desaparecidos, traumatizados, solo alguna declaración y una preocupante disposición a “negociar” con una patronal envalentonada y agresiva, que sabe han vencido los suyos y va a por todas. Los movimientos cívicos, en armonía entre sí y dispersos a la vez. Muchas iniciativas, todas muy interesantes, pero que hay que conjuntar. Hay que converger y ya, opino.

Este Gobierno, no merece ningún respiro. La agrupación de fuerzas solo se dará en la acción. Advierto seriamente, si algunos están eufóricos por algún pequeño éxito y no calibran su fuerza real, aún siendo una estructura con cierta fuerza e importancia. Se equivocan y nos retrasarán. La búsqueda de la convergencia, es plural y no hay nadie más importante que nadie. Hay distintos frentes de lucha y hay que lograr, creo, la coordinación entre la acción, la movilización, la política y las plazas. Incluso los y las que están en el Parlamento y la calle. Pero en convergencia, no en convocatoria. Autoconvoquémonos, es más difícil, pero mejor.

El objetivo debe ser no ya resistir, sino vencer. Hay que frenar la derecha en Andalucía. Tenemos que volver a movilizarnos. Hay que ser comprensivos y abiertos de mente. Es el momento de las grandes alianzas, el gran frente antineoliberal de las clases populares. Es el momento del compañerismo y la solidaridad frente a la derecha conservadora e incluso neofranquista y también de no dejarse engañar por cantos de sirena. Es el momento de un gran polo de los pueblos de Reino de España, para defender la democracia y conquistar el futuro. El programa ilusionante de que hay otra forma de hacer política y de auto gobernarnos.

Pero esto exige movilizarnos. Por eso propongo el ir hacía una Huelga General Ciudadana, de todos y todos los que sufrimos una crisis que no generamos pero estamos pagando y vamos a pagar. El sistema capitalista está podrido y lo quieren salvar a nuestra costa.

No perdamos la perspectiva del mundo. El imperio decadente occidental cada vez está más belicoso y agresivo, hace de la paz una exigencia ya imprescindible. Hay movimientos sociales, populares y políticos amigos en todo el mundo, por eso cuando preparemos nuestra huelga cívica, sepamos que no estamos solos.

¿Que cómo se prepara? Emplazando a Activos contra la crisis, a las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción, a Attac, a los sindicalistas y las sindicalistas de clase y dispuestos a dar la cara, a las fuerzas políticas comprometidas con los de abajo, a los diputadas y diputados de izquierdas del Parlamento, que están con la gente golpeada por la crisis, a DRY, a las Asambleas del 15M: a verse, sentarse y convocar la acción imprescindible ya.
Cuanto antes, es tarde.

(*) Carlos Martínez es miembro de las Mesas Ciudadanas y ex presidente de Attac España como miembro de Attac-Andalucía

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